Con el corazón hinchado de gusto los saludo queridos míos, ahora no con el tema de la donación, eso será en un par de días no se crean que se me olvida ¡no! jaja.
Esta ocasión deseo compartir con ustedes una experiencia muy hermosa que tiene que ver con alinear tus deseos con el Universo y que estos se manifiesten.
Unos lo saben, otros lo perciben y otros hemos caminado juntos, así es que lo han vivido de manera muy cercana. Personalmente, me declaro una eterna buscadora y no en el sentido de quien no encuentra sino en el sentido de quien se goza y maravilla conforme va descubriendo.
Por diferentes circunstancias y no por camino de vida elegido he tenido la fortuna de experimentar el trabajo en medios de comunicación, conocer a gente maravillosa en ellos y de toda la vida una afición por la lectura, en consecuencia el escribir.
Así es que hace algunos meses me invitaron a participar en un proyecto digamos por el puro gusto de expresarte, y del que les estuve compartiendo algunas de mis colaboraciones, hasta aquí una parte.
La otra es que desde hace mucho tiempo he sido una enamorada del personaje del Dalai Lama, para la visita del 2008 había corrido una serie de aventuras a fin de presenciar el acto masivo que tendría lugar.
Logré juntar algo así como 12 pases, ya estaba convocado a compartir aquel momento un nutrido grupo de hermanos (de la familia espiritual) y fue muy triste saber que por un tema de salud pospondría su visita.
Pasaron uno, dos y casi tres años, tiempo en el que mitigué la espera leyendo algunos de sus libros, estaba al pendiente de las actividades de Casa Tíbet en fin.
Un día en julio pregunté al facebook de Casa Tíbet si habría una añorada visita de Su Santidad; casi me fui de espaldas cuando me dijeron que en septiembre estaría en México y que a partir de la segunda semana de julio entregarían los pases.
En la conferencia de prensa, aquí con Martin Aparicio creador y conductor de Universo Consciente, de lunes a viernes 12:00 a 1:00 a.m. en el 760 de a.m. |
Añado en relación a Kya! el medio en el que escribo que es una revista electrónica, que no cuenta con patrocinios o anunciantes, de pronto si hay que cubrir alguna premier de películas y cosas por el estilo pero no maneja el ritmo de un medio impreso y ni decir de alguno masivo.
Un día la directora, Vanesa Puga publicó en mi muro “¿Te interesa cubrir la visita del Dalai Lama a México?” y añadió “habla ahora o calla para siempre”. Le dije que sin duda alguna era materia dispuesta y prometí un trabajo "impecable".
En principio no podía creerlo, ¡imagínense! un pase de prensa para el masivo del Dalai Lama, pasaron los días y llegó el momento de recoger el ansiado pase.
Cuando llegué a Casa Tíbet me encontré con un amigable, desparpajado, hasta el gorro de chamba y casi al 90% budista equipo de prensa. Para pronto intercambiamos e mail y direcciones de facebook, me dieron instrucciones para el Estadio Azul, etcétera.
También me dieron una maravillosa sorpresa ¡el gafete de prensa serviría para la reunión con medios, la inauguración de la exposición en el Museo de la Tolerancia, la reunión con la comunidad budista en México del Teatro Metropolitan y el evento del Estadio Azul!. Simplemente ¡no podía creerlo!.
Todo ha sido una cascada de bendiciones, una tras otra. . . la más fue que al terminar la reunión con la prensa en donde lo tuve a no más de cinco metros de distancia cerca de una hora, cuando todos creíamos que saldría por el lado opuesto al que entró -lo que significaba que ya no pasaría frente a mi- él dispuso tomar la misma salida.
Todos los presentes nos alineamos al frente y aunque había unos cordeles que impedían el paso hasta el estrado, él quedaría a un paso de distancia.
Yo quedé atrás de una chica pero le pedí me permitiera acercarme cuando ella lo tocara, Su Santidad se acercaba pausadamente y al llegar a donde me encontraba se hizo o al menos eso sentí una especie de pausa en el tiempo.
Su Santidad, el Dalai Lama quedó frente a mi y yo en mudra de oración reverencié su bendita presencia, en medio de lágrimas pude decirle “Your Holiness”, tomé su mano y la besé varias veces como a alguien que amas mucho y acercaba su mano tomada por la mía a mi rostro y no podía soltarlo ni dejar de reverenciarle.
Mientras, él me miraba con un amor que al recordarlo vuelvo a sentir, su sonrisa con una expresión de ternura infinita, después increíblemente sostuvo con sus dos manos la mía para finalmente acariciar mi rostro y continuar su camino.
No hubo una sola mano que se interpusiera a nuestro encuentro, lo rodeaba comitiva y gente se seguridad, hoy se que desde lo alto se me permitió vivir tan añorado momento.
Quisiera tener las palabras suficientemente adecuadas para transmitirles esa energía infinitamente, luminosa, amorosa, cálida, profunda que su ser proyecta; propia de un Maestro que anda en la Tierra ya con una evolución más allá de la conciencia.
También quisiera compartir, extender hasta cada unos de ustedes y a cada uno de sus corazones esta bendita energía, su mensaje más allá de lo que la prensa ha dicho quisiera leyeran cada una de las colaboraciones que están escritas desde la perspectiva del alma y del espíritu pues en este mi andar ya no podría compartir de otra manera, prometo hacérselos llegar uno a uno.
Considero que esta maravillosa experiencia tiene una profunda relación con lo que algunos autores llaman sincrodestino, o co crear la realidad, o acceder a los campos sutiles de energía, o alinearte con el Universo o poner en manos de Dios tus deseos y estos serán escuchados y atendidos.
Reciban desde mi corazón abrazos de luz y besos de colores, que el AMOR DIVINO sea en ustedes, infunda, permeé y se extienda en sus hogares y alcance hasta el último de sus seres amados.
Bendiciones mil
Lillian
P.D.
Algunas notas informales las pueden encontrar en mi muro de facebook : http://www.facebook.com/#!/profile.php?id=824782191
Adjunto la liga de la primera colaboración publicada en la Revista Electrónica Bamboo:
http://revistabamboo.wordpress.com/2011/09/13/presencia-tibetana-en-mexico-y-activismo-mexicano/
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