viernes, 6 de mayo de 2011

Envuelta en la bendita energía de la creación, celebrando a la vida y la maternidad.


Por las calles, viendo la televisión, navegando en la red me descubro inmersa en un océano de imágenes de perfiles femeninos gestando, mujeres pariendo, mujeres criando, mujeres arropando a sus hijos, ancianas con mesas llenas rodeadas de familia siendo honradas por su clan, en internet también abundan los mensajes de celebración.
Durante mucho tiempo siempre en mayo como en diciembre y febrero mi mente egoica se molestaba profundamente por el ardid mercadológico implementado para inducir al consumo de la masa.
Además tampoco comprendía mucho menos honraba el significado de la Madre, pero un día desde arriba yo creo me vieron con mucha tristeza que decidieron mandar un poquito de luz y con ella el entendimiento de la gran bendición de ser mujer.
Lo sagrado del Universo Femenino, el don que el creador regala a esa fuerza que se manifiesta en su expresión máxima de la que fecunda, gesta y pare, así en el microcosmos como en el macrocosmos.
Vino entonces el amor infinito de la Madre María, su intervención en mi vida acompañada con tanta dulzura, protección y ternura.  La hermosura y misericordia de Kwan Yin; la boda con la con la Luna, la conexión con su fuerza, la gratitud especial a  su energía  en llena cuando nos  alumbra con la fuerza de la madre.
Luego llegó el amor y gratitud por Gaia, una expresión infinita de lo que es el amor de la Madre la amada Tonantzin, Pachamama, quien nos permite fecundar, gestar, parir y más allá. Nos fecunda, gesta y pare, nos protege, arropa, cría, alimenta; caminamos sobre su piel, nos da hogar, nos regala hermosos paisajes, frutos maravillosos, amaneceres,  atardeceres; en ella existimos, vivimos nuestras vidas con alegrías y tristezas, triunfos y fracasos, amores y desamores. . . para al final, si ni un sólo día de nuestro camino sobre ella reparamos en su existencia o le agradecemos todo lo que nos da  igualmente nos contiene y sigue amando.
Entonces me enamoré de mi madre que me contuvo dentro de ella, que me alimentó se su sangre, de sus huesos, que de su corazón el mío latía y pude verla con una ternura y gratitud que  en momentos me conmueven al punto de derramar unas cuantas lágrimas de amor, de la emoción al sentirla, observarla, olerla, escucharla.
Al final también comprendí la maravilla de ser ésta que soy, la bendición de mis ciclos con mis lunas y lo que ello significa, la gratitud a mi útero que aunque no ha parido una criatura si ha gestado y  parido un montón de amores y proyectos; que no es una vida vacía la de una mujer que no pare un crío, que la energía femenina va más allá de ese hecho. Que entonces todas somos madres, madres de hijos, de proyectos, de amores que viven en nuestros corazones.
 Por eso hoy hermana, madre, amiga te deseo un feliz día, un feliz mes y que la fuerza creadora del amor acompañe siempre tus días en esta vida y eternamente.
Bendiciones mil

Lillian

2 comentarios:

  1. Gracias, Lilián, por este artículo-oración de alabanza maternal. Dice David Icke que l ...a misogenia está dirigida a suprimir la fuerza feminina, porque en ella está la clave de la liberación humana. Tus palabras son un abrazo que facilita la sanación y disuelve una capa del tabú en contra de nuestro propio poder que nos ha tenido presas en lo que Bradshaw llama la verguenza tóxica, esa arma silenciosa de la sociedad controladora de la cual ahora quedamos libres con una nueva forma de festejar el 10 de Mayo. Diosa te bendice.

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  2. Ok me permití publiae el comentario de mi maestra la hermos Crystal Pomeroy ya que ella no pudo subirlo por no tener cuenta en google.
    Gracias

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